sábado, 11 de diciembre de 2010

La Marcha de la Vuelta Ciclista del Uruguay: la verdadera letra

En un nuevo acto de servicio a la comunidad y ardua labor a destajo, hemos dado respuesta a la incógnita que desveló a demasiadas generaciones de uruguayos: qué demonios dice la letra de la Marcha de la Vuelta Ciclista. He aquí los resultados:

Desde el espejo al otro de la patria
Ecología nunca vio triunfar
Al declinarse endosa caravanas
Qué forma loca peones del pedal

Una canción de acento super orco
Tras las defensas son errores de actitud
Cazan la gloria del mentón, Eko idea
Estévez con el Conde, lazo del sur

Una canción le acercó su pilorto
Y ahora de frente sobran gordos y actitud
Salta la gloria del Sport Queso Irreal
Me lleva halcón al sol, me bajo del Sun


miércoles, 27 de octubre de 2010

La democracia caníbal: aprendiendo filosofía con el senador Saravia

El senador Saravia ha dicho que se opone a la ley interpretativa que dejaría sin efecto la Ley de Caducidad, por su "posición filosófica". Ya que el senador Saravia ha planteado la discusión en términos filosóficos, hablemos en tales términos, y veamos donde nos conducen.

Saravia se ha parado en una posición filosófica muy clara: una que podríamos llamar "rousseaunianismo radical". Es decir, que "la voluntad del pueblo", o la "voluntad general" emite "decisiones soberanas" por encima de las cuales no existe ninguna autoridad; ella sería la autoridad última, o legítima en última instancia.

El senador adopta así una de las muchas acepciones que tiene el concepto "democracia", concepto que a lo largo de la historia ha sufrido innumerables vicisitudes: en época de Rousseau y de la Revolución Francesa, era una mala palabra; hoy en día, parece ser una palabra sagrada.

El concepto particular de democracia (porque si algo lo caracteriza hoy, es su enorme polisemia) que defiende Saravia es, a mi juicio, una de las tantas formas que puede adquirir una "democracia radical". Y con su defensa, ha (re)planteado, ha reeditado, una vieja polémica que se arrastra en el mundo de la teoría política (es decir, de la filosofía) occidental desde por lo menos el siglo XVIII: la oposición irresoluble entre liberalismo y democracia o, por decirlo así, entre Locke y Rousseau.

¿Cuál es esta polémica? Básicamente, gira en torno a la cuestión siguiente: suponiendo que existe algo llamado "pueblo", capaz de manifestar una "voluntad general" y de emitir "decisiones soberanas" sobre sí mismo, ¿hay algún límite para el alcance de tales decisiones?

El liberalismo político dirá que sí, que los derechos y las garantías individuales y, luego, los derechos humanos, están por encima, están fuera del alcance de las decisiones que pueda tomar "el pueblo". No es más, como decía, que la clásica formulación de Locke: "el pueblo" delega su poder en un soberano (en rigor, un representante de la soberanía popular), a condición de que éste respete ciertos derechos inherentes a las personas que lo componen (derechos cuya lista no ha cesado de ampliarse y revisarse desde aquel entonces). Cuando esa condición es rota por el representante, se "activa" el derecho de a la rebelión de los representados. Pra ver una clara y clásica puesta en práctica de esta ideología, baste leer la Declaración de Independencia de los trece Estados Unidos de América.


Ahora bien, volvamos a la postura filosofíca del senador Saravia. Es una postura, huelga decirlo, claramente anti-liberal. Es una postura que, llevada a sus consecuencias lógicas, avala la elección (sin duda legal) del partido nazi durante la República de Weimar, y de la misma manera avala las violaciones a los derechos humanos que se encuentran protegidas por la Ley de Caducidad.
Es decir, es una postura que considera legítimo que una sociedad (de nuevo, formulada a través del concepto de "pueblo", harto discutible y todo un problema filosófico en sí), delimitada, creada, en este caso, por un Estado (1), decida privar del derecho (positivo o natural) más básico de todos a una parte de sí misma: el derecho a la vida. y junto con él, privar a esa parte de otros derechos, apenas menos básicos y subsidiarios de aquél.

Para decirlo más crudamente: ¿qué diferencia filosófica hay entre la posible legitimidad de la elección democrática del partido nazi, un partido político que explícitamente proponía liquidar a una parte del "pueblo" sobre el que pretendía gobernar, y la posible legitmidad, también refrendada por una "decisión popular y soberana", de la Ley de Caducidad, una ley que ampara la privación de esos mismos derechos a una parte de la sociedad sobre la cual se ha legislado?


Ese es el drama del fenómeno fascista: la novedad de su forma de opresión, inconcebible antes del siglo XX. Alexis de Tocqueville lo exponía así en su obra La democracia en América, publicada entre 1835 y 1840, revelando esta misma incapacidad de pensar más allá de las categorías disponibles en la época en que él pensaba, amén de varias agudas observaciones más:

(...) el tipo de opresión que amenaza a las naciones democráticas es diferente de cualquier cosa que jamás haya existido en el mundo: nuestros contemporáneos no encontrarán ningún prototipo de él en su memoria. Yo mismo estoy tratando de elegir una denominación que exprese adecuadamente la idea completa que me he hecho de él, pero es en vano: las viejas palabras “despotismo” y “tiranía” son inapropiadas, la cosa en sí misma es nueva, y desde el momento en que no puedo nombrarla, debo intentar definirla. (2)

El drama fascista: una forma de democracia, "radical" por su extremismo, que no conoce límites para el alcance de las "decisiones del 'pueblo' ". Una democracia caníbal.


Que quede claro que en mi argumentación he sido absolutamente sincero: no pretendo descalificar la posición filosófica del senador Saravia apelando al falaz recurso del reductio ad Hitlerum, sino plantear, a mi modo de ver, la discusión filosófica y política en sus términos más desnudos.

Por supuesto, en un marco político auténticamente liberal, el partido nazi habría sido ilegalizado y reprimido, de la misma forma en que, en el mismo marco, la Ley de Caducidad tampoco podría haber sobrevivido.

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(1) Como dice Ignacio Lewkowicz, lo que hace que un pueblo sea un pueblo es el hecho de estar sometido a las mismas leyes.

(2) El texto continúa así: "Intento trazar los nuevos rasgos con los cuales el despotismo puede aparecer en el mundo. La primera cosa que llama la atención del observador es una innumerable multitud de hombres, todos iguales y similares, esforzándose incesantemente por procurarse los insignificantes y mezquinos placeres con los cuales sacian sus vidas. Cada uno de ellos, al vivir separado, es como un extraño respecto del destino de los demás, pues sus hijos y sus amigos personales constituyen para él la totalidad de la humanidad. En cuanto al resto de sus conciudadanos, está junto a ellos pero no los ve; los toca, pero no los siente, y si bien sigue manteniendo vínculos con sus parientes, se puede decir que en todo sentido ha perdido a su país.

Sobre esta raza de hombres se yergue un poder inmenso y tutelar, el cual asume por sí mismo la tarea de garantizar sus gratificaciones y cuidar de su suerte. Ese poder es absoluto, minucioso, regular, providente y blando. Sería como la autoridad de un padre si, al igual que dicha autoridad, su propósito fuera preparar a los hombres para la madurez; pero, por el contrario, se propone mantenerlos en una infancia perpetua: está muy satisfecho de que el pueblo se regocije, siempre que no piense más que en regocijarse. Para su felicidad es que dicho gobierno trabaja de buen grado, pero elige ser el único agente y el único árbitro de esa felicidad: se ocupa de su seguridad, prevé y cubre sus necesidades, facilita sus placeres, se hace cargo de sus preocupaciones principales, dirige su industria, regula la transmisión de la propiedad y subdivide sus herencias. ¿Qué resta, si no que los libere de toda la preocupación de pensar y de todo el problema de vivir?

Así, hace que cada día el ejercicio del libre albedrío humano sea menos útil y menos frecuente; circunscribe la voluntad a un círculo más estrecho y gradualmente despoja al hombre de todas sus prerrogativas. El principio de la igualdad ha preparado a los hombres para estas cosas: los ha predispuesto para soportarlas y, a menudo, para considerarlas un beneficio.

Tras haber apresado con éxito a cada miembro de la comunicad en sus poderosas garras y haberlo moldeado a su voluntad, el poder supremo existe su brazo sobre toda la comunidad. Cubre la superficie de la sociedad con una red de pequeñas y complicadas reglas, minuciosas y uniformes, a través de la cual no pueden penetrar las mentes más originales y los caracteres más enérgicos, para alzarse sobre la multitud. No se rompe la voluntad del hombre, sino que se ablanda, se la tuerce y se la guía: muy pocas veces se fuerza a los hombres a actuar, pero constantemente se les impide hacerlo; un poder tal no destruye, sino que impide la existencia; no tiraniza, sino que oprime, enerva, extingue y estupidiza al pueblo, hasta que cada nación queda reducida a no ser más que una manada de animales tímidos e industriosos, de la que el gobierno es el pastor."

Véase: ¿Es la igualdad enemiga de la libertad?, por Robert Dahl.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Aforismos (o imberbe emulación vernácula del maestro)

1. Descartes se equivocó. Es la estupidez la cosa mejor repartida del mundo.



2. El sentido de la vida. En última instancia, todo se reduce a la cuestión: "usted por algo no se suicida..."



3. Corolario del sentido de la vida. Hay dos formas de vivir: con esperanza, o muerto en vida -o lo que es lo mismo, por inercia.



4. Evolución. Ningún animal muerde la mano que le da de comer; sólo uno muerde la mano que lo acaricia.



5. Kant vs. Bateson. La opacidad o transparencia de una persona no radica en ésta, sino en la habilidad de los ojos que la observan.



6. Hijo mío, si un intelectual es incapaz de explicarte sus ideas de manera que lo comprendas, tómalo como algo personal. El imbécil te está tomando el pelo.



7. Primer paso para ser un ex-misántropo. "Amo a la humanidad pero detesto a la gente".



8. Existencialismo. Manrique dice: "todo tiempo pasado fue mejor". Spinetta responde: "mañana es mejor". Pero ambas son ficciones. Hoy es mejor.



9. Manifiesto de amor materialista. ¿Acaso una promesa nacida del amor no es la prueba más contundente contra la existencia de un "yo"? Pero no importa. Nada va a cambiar. Y Heráclito, vencido, seguirá murmurando "eppur si muove".



10. Necesidad de la épica. Los agnósticos no hacen revoluciones.



11. Anti-sistema. ¿Acaso la escena de The Dark Knight en la que The Joker quema a un banquero corrupto y mafioso en una hoguera de millones de dólares no es el manifiesto más irreductible contra el capitalismo filmado vez alguna?



12. Dilema de la civilización. La memoria fluye pero olvida. La escritura conserva pero fosiliza.



13. Mundo pequeño, personas pequeñas. Ya no hay mares o continentes por descubrir. ¿Pueden los Cortés de hoy aspirar a conquistar algo más que un pedacito de cerebro? ¿Queda ya lugar para algún Jim Hawkins?



14. La cárcel de la razón. "Yo devengo": la segunda paradoja más perfecta, justo después de "yo siempre miento".



15. Contra la crítica superficial. Un juicio absoluto exige un conocimiento absoluto.


16. De humano y de perro. La verdadera comunicación no necesita de palabras.

sábado, 7 de febrero de 2009

Esto no se hace

...pero lo voy a hacer igual. Aunque más no sea como metáfora para una realidad muy actual.
No se hace: porque es tendencioso, va en contra de las reglas de la ciencia histórica y es demasiado poco materialista.
Pero ante el nuevo avance subterráneo de un cristianismo (de EL cristianismo) que pretende contraatacar en el seno de una sociedad que en consencuencia parece estar, en el mejor de los casos, a la defensiva, y en el peor, en la indiferencia, siento la necesidad de expresar unas ideas que hace bastante vienen madurando en mi cabeza.
La metáfora a la que hago referencia es la comparación entre nuestra realidad y la realidad de la antigua Roma, y su relación con el cristianismo, y una serie de similitudes (probablemente forzadas) que encuentro entre ambas. Tómenlo, si quieren, como un abuso del método comparativo.
Todo esto les puede recordar a Gibbon, a Spengler, a Toynbee, incluso a Huntington. Pero no estoy pensando en ellos. Si he de invocar a alguien, que sea (una vez más) Nietzsche.

"El cristianismo fue el vampiro del imperium romanum", dice el alemán en El Anticristo. No es una idea nueva, obviamente. La hipótesis de que fue el cristianismo lo que lo llevó a la ruina ya había sido propuesta por Gibbon en su Decline and fall of the Roman Empire.

Supongamos que es lícito calificar de imperial a nuestra época, tal como lo hacen Hardt y Negri en Imperio, tomando como modelo, precisamente, a Roma. En cierta forma, podríamos decir que nosotros también somos paganos en el sentido de la antigua mentalidad derivada de estas creencias, habiendo abandonado, en mayor o menor medida, viejos fanatismos, viejas creencias absolutas, viejos monoteísmos. Y esto es algo apreciable, me parece, en todos los aspectos de la vida social, desde las costumbres cotidianas (por poner un ejemplo paradigmático, la sexualidad) hasta en las propias iglesias "tradicionales", que se han aggiornado, de una forma u otra, a los tiempos actuales. Han sido, me gusta verlas así, derrotadas. La modernidad las ha derrotado, y las ha forzado ha abandonar el fanatismo propio de toda religión monoteísta, en favor de un discurso ecuménico y conciliatorio. Les ha impuesto su lenguaje, y las ha integrado bajo sus supuestos y bajo el poder hegemónico de la ciencia. La aceptación de la teoría de la evolución es un ejemplo más que elocuente.


Contra esta situación parecen haber reaccionado, desde hace cierto tiempo, una serie de iglesias (las llamadas pentecostales y neopentecostales) que buscan recuperar la influencia perdida en la sociedad, y lo hacen esgrimiendo un discurso decididamente fanático e irracional, que sólo se basa en una intepretación prácticamente literal de la Biblia. Son iglesias decididamente pre-modernas. Son iglesias rebeldes.
Como el viejo y primitivo cristianismo, este nuevo movimiento se nutre de las capas sociales más empobrecidas, tanto económica como culturalmente, pero también puede obtener recursos (económicos y logísticos) de sus hermanos más ricos. Los que están en Roma.
Precisamente, un emperador cristiano acaba de abandonar el trono imperial, por razones más bien coyunturales. Pero los cristianos siguen encaramados en la corte y en el Senado.

¿Y aquí, en las provincias? Siguen avanzando. Que esta gente vote produce pesadillas a poco de pensarlo. Ya han habido claras manifestaciones políticas al respecto. A fines del año pasado, en las afueras del Parlamento, cuando se votaba la ley del aborto. El predicador insistía en que todos recordaran, al año siguiente a la hora de votar, qué parlamentarios habían apoyado la ley y cuáles no. Y circulaban listas con los nombres de los primeros junto a una foto de un supuesto feto abortado. ¿Cuánto falta para que un movimiento así cristalice en una forma políticamente más formalizada? En Brasil ya ha sucedido.

¿Corremos el riesgo de deslizarnos hacia una nueva Edad Media? Ésta pregunta es lógica, y suena bien, pero no tengo idea de qué significa. No quiero abusar tanto como para hacer futurología.

Dios ha muerto, sí, pero es una muerte que hay que vigilar. Que nuestra culpa histórica no sea haber olvidado que tiene la costumbre de resucitar.

(Nerón tenía razón)

jueves, 12 de junio de 2008

La muerte, primera parte

Cuando yo era chico, la gente se moría menos. Aún siendo conciente de que en determinado momento, o por ciertas circunstancias, las personas mueren, tal acontecimiento era excepcional y siempre distante en mi universo infantil.

Fue a partir de mi adolescencia que empecé a notar cómo más gente a mi alrededor moría: mi abuelo paterno, una compañera de clase, el padre de un amigo. Pero no sólo personas más o menos cercanas a mí. Cada vez con mayor frecuencia morían conocidos de la familia, vecinos de toda la vida, y en especial, amigos y parientes de mis abuelos.

Hacía tiempo ya que había llegado a la conclusión de que la muerte no tiene nada que ver con los muertos. Es un asunto exclusivo de los vivos. Nunca entendí la parafernalia de velorios, entierros y ceremonias solemnes, las mentiras panegíricas y la estupidez esa de que la única muerte es el olvido. Los muertos no son más que simples pretextos.

Ahí están, para los que desconfían, mis abuelos. La muerte de viejos amigos, o vecinos, les sirve de excusa para encontrarse con otros viejos amigos y vecinos, para el chisme y la lamentación estereotipada, para la humana y vital necesidad de comunicación. Poco a poco, velorios y entierros se van convirtiendo en sus más importantes reuniones sociales.

Allí, casi no hay dolor. El verdadero dolor hay que buscarlo en las otras muertes.


domingo, 11 de mayo de 2008

Sobre héroes e idiotas

...Se muere como héroe o como idiota,
lo cual es exactamente lo mismo

escribió Francis Picabia, allá por 1920, en su maravilloso Manifiesto Caníbal Dadá, y como cada frase de éste, es un disparo al corazón de la sensibilidad moderna.

¿Qué es un héroe? Más allá de que todo héroe es una creación póstuma, un invento de otros, ¿qué hace que alguien sea un héroe? ¿Qué define al heroísmo?

No es posible separar al heroísmo del altruismo. Uno implica al otro, y cualquiera dotado del otro tiene madera para el uno.El héroe antepone las prioridades de los otros a las propias, pero va más lejos, al punto del sacrificio, allí donde el bien de los otros se funde con los ideales defendidos hasta la muerte.

La muerte. La muerte por los otros, el acto supremo del sacrificio heroico; el punto crítico.

Se cantarán alabanzas en su memoria, suya será la gloria eterna, la sola mención de su nombre llenará de emoción a las almas sensibles. Pero él, está muerto. Pudiendo elegir vivir, eligió la muerte. ¿Acaso no es éste el acto supremo de la idiotez?


miércoles, 16 de abril de 2008

El cancionero del perverso

Allá por el 1900, cuando el amigo Freud comenzaba a dar a conocer su obra, nos encontramos con una concepción bastante circunscripta, y amplia a la vez, de lo que es una perversión: cualquier comportamiento humano de cariz sexual que no estuviera orientado a la cópula con fines reproductivos. Por supuesto, en aquel entonces, y a nivel de los discursos hegemónicos tanto de la religión como de la ciencia, dicha concepción implicaba grados mayores o menores de inmoralidad, aberración o enfermedad. Así, es en esta época que comienzan a ser identificadas las clásicas: fetichismo, voyeurismo, onanismo, homosexualidad, y la pareja estrella sadismo-masoquismo.

Si algo descubrió el Sigmund, o al menos puso de relieve, fue que las perversiones no son ajenas a las personas "normales" o "sanas"; de hecho, y esto no era menor, no hay una diferencia de naturaleza entre el "perverso" y el "normal". ¿Cómo iba a haberla, si hasta el besar podía ser caracterizado como una forma de perversión? En mayor o en menor medida, todas las personas tienen rasgos perversos. Pero, ¿a qué se debía esto?

Según la teoría de Freud, las raíces de las perversiones debemos buscarlas en la infancia, puesto que allí es donde comienza el desarrollo psicosexual de las personas. Desarrollo que se da en etapas (oral, anal, fálica, etc.), en cada una de las cuales el placer se obtiene de diferentes formas, y procede de diversas fuentes. Pero en la infancia, como es evidente, no vamos a encontrar que todo esto esté orientado hacia la procreación ni el sexo genital; de allí la famosisíma definición del niño como un "perverso polimorfo".
Las perversiones, entonces, serían producto de fijaciones a determinados aspectos de esas etapas infantiles, por dos motivos: bien por la falta de una adecuada gratificación, o bien por una excesiva impresión (gratificante o no).
Así, la clave para alcanzar la "normalidad" (entendida en este caso como el cumplimiento de la "norma" de desarrollo ontogenético), en todo caso, será subordinar e integrar todos estos comportamientos al fin último de la sexualidad "normal".

Hoy, más de un siglo después, nos encontramos con que las viejas perversiones han sido rebautizadas con el término más elegante (y soso, a qué dudarlo) de parafilias. Ya no se las considera, en general, como una aberración ni como una enfermedad, siempre y cuando no causen dificultades o sufrimiento a la vida de la persona, y sean inocuas para los demás. Personalmente, no las considero un problema en sí (por ejemplo, "enfermedades") en ningún caso.
Una ojeada al artículo de la Wikipedia (tanto el español como el inglés) nos muestra una lista de parafilias que aún siendo parcial es asombrosamente exhaustiva. Víchenla, que hay para todos los gustos.

***

Rammstein fue uno de mis descubrimientos del año pasado. Aquí mencioné mi primer contacto con los alemanes, a través del video de Rosenrot. Desde que no sé alemán, resulta evidente que la atención vino por el lado de lo sonoro (y lo visual).
Pero más tarde, indagando en las letras, fui confirmando algo que ya había sospechado a través de varios videos: la recurrencia (estoy tentado a decir casi que obsesiva) a temas sexuales, con una variedad y un nivel de provocación como nunca antes había conocido en una banda de música.
Me podrán decir que cosas como la cumbia villera o el reggaeton son igualmente recurrentes sobre dichos temas, pero no hay comparación. Uno escucha una letra de cumbia villera y escuchó todas; lo mismo con el otro estilo. Las letras de Rammstein (que no es un estilo, sino sólo una banda) no llegan nunca a tal grado de repetición (cosa que sí sucede a veces con su música), amén del nivel lírico y cultural de que hacen gala.

¿Pero acaso no acabo de decir que son recurrentes? Sí, lo son: sus canciones son un catálogo de perversiones. No es el único tema sobre el que han compuesto, pero sin dudas es el más explorado. Ya con sorna o en plan de ridículo, ya con angustia o con sombría violencia, he aquí el cancionero del perverso.


Sadismo

Para empezar, dos de los ejemplos más jodidos, y probablemente los mejor logrados. Dos canciones que recuperan el espíritu romántico del gusto por lo macabro. Dos piezas dignas del mejor Poe.

Klavier (Piano)

Me dicen
"Abre esta puerta"
La curiosidad se vuelve un grito
¿qué puede haber detrás suyo?
Detrás de esta puerta
hay un piano
Las teclas están cubiertas de polvo
Las cuerdas están desafinadas
Detrás de esta puerta
ella se sienta al piano
pero ya no toca
oh, eso fue hace tanto tiempo...

Allí, junto al piano
Yo la escuchaba
y cuando su pieza comenzó
contuve la respiración

Ella me dijo
"Siempre estaré contigo"
pero sólo parecía
que tocaba para mí solo
Derramé su sangre
en el fuego de mi ira
Cerré la puerta con llave
Preguntaban por ella

Allí, junto al piano
Yo la escuchaba
y cuando su pieza comenzó
contuve la respiración
Allí, junto al piano
yo estaba a su lado
parecía
que ella tocaba para mí solo

La puerta está abierta
oh, cómo gritan
escucho a madre suplicar
padre me está golpeando
Se la llevan del piano
y nadie aquí me cree
que estoy enfermo de muerte
de la tristeza y el hedor

Allí, junto al piano
Yo la escuchaba
y cuando su pieza comenzó
contuve la respiración
Allí, junto al piano
ella me escuchó
y cuando mi pieza comenzó
ella contuvo su respiración.



Stein um Stein (Piedra sobre piedra)

Tengo planes, grandes planes
Te voy a construir una casa
Cada piedra será una lágrima
Y nunca te volverás a mudar
Sí, te voy a construir una casita
sin ventanas, sin puerta
Será oscura por dentro
No le entrará ninguna luz

Sí, te haré un hogar
Y vas a ser parte de él

Piedra sobre piedra, te emparedo
Piedra sobre piedra
Siempre estaré contigo

Sin ropas, sin zapatos
me mirás trabajar
con tus pies en el cemento
reforzás los cimientos
Afuera habrá un jardín
y nadie te escuchará gritar

Piedra sobre piedra, te emparedo
Piedra sobre piedra
Siempre estaré contigo

¡Qué golpeteo! ¡Qué martilleo!
Afuera está empezando a oscurecer
Todos los clavos están en su lugar
cuando los clavo en la madera de tu cuerpo

Piedra sobre piedra, te emparedo
Piedra sobre piedra
Y nadie te escuchará gritar


Hermosísimas canciones, que sólo pueden ser apreciadas con sus músicas y su interpretaciones vocales. No dejen de escucharlas.


Masoquismo

Küss mich Fellfrosch (Bésame pelo de rana)
Sin rodeos: una mujer desea que le practiquen sexo oral y ser fingered (disculpen, pero no hay equivalente en castellano), pero es muy fea y sabe muy mal, por lo cual se ve frustrada. Cuando lo consigue, es maltratada y golpeada, pero no le importa. El pelo de rana alude al vello púbico femenino.
Alemán-inglés / alemán-español


Sadomasoquismo

Wollt ihr das Bett in Flammen sehen? (¿Quieres ver la cama en llamas?)
Primera canción del primer disco. Sangre, puñales y sábanas. "El sexo es una batalla, el amor es guerra."
Alemán-inglés / alemán-español


Bück dich (Inclínate)
Dominador y dominado, desde la óptica del primero. El video es imperdible si uno quiere captar cómo la banda se toma estas cosas. Mal gusto y humor grosero (la parte interesante empieza a los 2:15, miren el video a partir de ahí).
Alemán-inglés / alemán-español


Surtido

Spiel mit mir (Juega conmigo)
Incesto entre hermanos varones. Así de simple.
Alemán-inglés / alemán-español


Laichzeit (Época de desove)
Más incesto, ahora con zoofilia incluida. Madre, hermanas, perro, nadie se salva en esta orgía perversa.
Alemán-inglés / alemán-español


Tier (Bestia)
Incesto y pedofilia, entre un padre y su hija. Una vuelta sádica pone el asunto más interesante.
Alemán-inglés / alemán-español


Weisses Fleisch (Carne blanca)
Pedofilia y violación, una joyita de expresividad y potencia lírica.
Alemán-inglés / alemán-español


Mein Teil (Mi pedazo)
"Eres lo que comes". En rigor, esta sería una forma de sadomasoquismo, pero es tan extrema que merece un lugar aparte. Basada en la historia del caníbal de Rotemburgo, recrea ese episodio desde la óptica de ambos participantes. El pedazo del título es una referencia al pene de la víctima, cortado, cocinado y comido antes de que ésta se desmayara por la pérdida de sangre. Increíble exhibición de mal gusto en el video, e imperdibles las actuaciones en vivo.
Alemán-inglés / alemán-español


Heirate mich (Cásate conmigo)
Nuevamente la sombra de Poe ronda por estos parajes. No diré nada, lean la letra. Pero les advierto que no es para cualquier estómago.
Alemán-inglés / alemán-español


Si bien no tratan sobre perversiones, temas sexuales también son abordados en otras canciones: Rein raus (Adentro afuera), Zwitter (Hermafrodita), Te quiero puta!, Du riechst so gut (Hueles tan bien). Si creen ser abiertos, tolerantes y se espantan frente a la homofobia, los desafío a que miren el video de Mann gegen Mann.
Amour es una lograda expresión de amor sexual, y la brillante Feuer und Wasser (Fuego y agua), la expresión de la angustia frente a lo que no será.

Para terminar, y para que vean que estos enfermitos también son capaces de componer otro tipo de excelencias, los dejo con la bellísima Seemann.




Seemann (Marinero)

Sube a mi bote
Se avecina una tormenta
y está anocheciendo

¿Adónde quieres ir?
Tan completamente sola
Vas a la deriva

¿Quién sostendrá tu mano
cuando seas arrastrada
hacia abajo?

¿Adónde quieres ir?
Tan ilimitado
el frío mar

Sube a mi bote
El viento otoñal
mantiene la vela henchida

Ahora estás allí, al pie del faro
con lágrimas en tu rostro
La luz del día cae por el costado
El viento otoñal barre las calles vacías
Ahora estás allí, al pie del faro
tienes lágrimas en el rostro
La luz de la tarde ahuyenta las sombras
El tiempo se detiene y llega el otoño

Sube a mi bote
El anhelo será
el capitán

Sube a mi bote
pues yo era
el mejor marinero

Ahora estás allí, al pie del faro
tienes lágrimas en el rostro
Tomas el fuego de la vela
El tiempo se detiene y llega el otoño

Sólo hablan de tu madre
Sólo la noche es tan despiadada
Al final, sin embargo, me quedo solo
El tiempo se detiene
y tengo frío...

domingo, 6 de abril de 2008

Mis imprescindibles


Todos contamos en nuestros particulares acervos musicales, con discos que han ganado nuestros corazones, a fuerza de calidad, de ligazón con algún momento en nuestras vidas especialmente significativo, o ambos. O sencillamente sin ningún motivo racional.
¿Qué criterios uso para meter a un disco en esta lista? El principal es que puedo escuchar del primer tema al último sin saltearme ninguno, o a lo sumo dos o tres. O sea, la obra en su conjunto debe gustarme, y no sólo un par de canciones. Y el otro, no menos importante, todos ellos han sabido erizarme la piel.

Helos aquí, y en orden cronológico de escucha, mi versión de los discos que me llevaría a una isla desierta (con el correspondiente reproductor a energía solar o en su defecto a manija).


Californication
Red Hot Chili Peppers

Este siempre va a tener un lugar especial en mi corazón, ya que fue el primer disco de rock que tuve y que escuché, y con el cual se me abrieron las puertas a ese universo musical. Una obra excelente, por demás, que reparte por igual potencia y sensibilidad, que va de la distorsión desenfrenada a la más exquisita delicadeza, de Around the world a Road Trippin'. Road Trippin', pequeña obra maestra, el cierre perfecto.
Por mucho tiempo, Otherside fue mi canción favorita, con una letra tan críptica como cautivante. Varias de las canciones fueron grandes hits, con sus correspondientes videos, y varias más podrían haberlo sido.
Un clásico, producto maduro de una banda madura.

Temas que me salteo: Get On Top (olvidable, mucho más puesto entre Otherside y Californication), I Like Dirt. Y no, no me salteo Porcelain.


(Alguno de los sigiuientes): The Piper at the Gates of Dawn, Meddle, The Dark Side of the Moon, The Wall, The Final Cut
Pink Floyd

Sencillamente no puedo decidirme, y me parece una exageración meter a todos. Así que si un loquito me pusiera un revólver en la cabeza y me obligara a elegir, haría ta te tí. Pink Floyd es mi banda más favorita de todos los tiempos; en rigor cronológico, debería poner en la lista a The Wall. Pero no puedo obviar a los otros, cada uno tiene lo suyo, y a excepción de Meddle, los considero obras maestras, que marcaron su tiempo y que señalan la evolución de una de las bandas más importantes de la historia. Y por supuesto, me encantan.

Temas que me salteo: contando todos los discos, no me saltearía más de cinco canciones. Sí, así de fanático.


Unplugged in New York
Nirvana

Probablemente, el mejor de los Unplugged, lo cual ya es decir. Nirvana ocupa un lugar muy importante para mí. Sin ir más lejos, en la pared detrás de mi computadora hay un retrato a lápiz de Cobain, y en el escritorio al lado del monitor descansa la biografía del cantante escrita por Charles R. Cross. Como muchos de mi generación, encontré en la música de Nirvana un espejo. Un espejo roto.
Si bien su sonido característico nada tiene que ver con el desplegado en el Unplugged, es éste el disco que nunca me acalambra el oído, que puedo escuchar de corrido y que me emociona de principio a fin. Por supuesto que todo esto se ve potenciado al ser una especie de despedida de Cobain, vista la secuencia de acontecimientos en retrospectiva. Pero no le quita valor. ¿Cómo podría, para qué agregarle significados a posteriori? Suspendamos la reflexión, la lógica y el pensamiento, y quedémonos sólo con los ojos azules abiertos de repente, y el grito agónico, el grito final y desgarrador de la última canción.


Amused to Death
Roger Waters

Un disco que no tiene nada que envidiarle a los mejores de Pink Floyd. No es de extrañar, teniendo en cuenta que la misma mente que estuvo detrás de cosas como The Wall, haya sido la que realizó esta excelencia.
Una obra conceptual en la mejor tradición floydiana, en la vertiente que lleva el sello característico del señor Waters. Letras brillantes, música precisa, efectos que logran atmósferas perfectas. La idea central, cuando no, es una crítica ácida (¿o debería decir amarga?) de la sociedad contemporánea. Todas las canciones tienen su razón de ser; pasan de la ironía a la amargura y el dolor más profundos. Pocas canciones me han emocionado tanto y me han generado mayor empatía, al punto de hacerme brotar una lágrima, como Watching TV, el desconsolado llanto por una muchacha asesinada en la masacre de Tiananmen. Aquí la letra.
¿A qué lleva nuestra sociedad según Waters? A la extinción, luego de una fiesta mundial. Al final, alienígenas desembarcan en nuestro planeta, encontrando nuestras sombras alrededor de las TVs. Sus antropólogos investigan minuciosamente, hacen todas sus pruebas, pero siguen estupefactos. No pueden más que admitir la única explicación que resta: esta especie se ha divertido hasta morir.

Otras canciones: Perfect Sense (letra), The bravery of being out of range (letra)


Disintegration
The Cure

¿Cómo hacer una canción sobre el amor después de esta obra? Es tan sublime, tan perfecta, son tan acordes las letras con la música, que no sé cómo expresarlo...
La melancolía la impregna de principio a fin, y es inevitable que brote la propia melancolía, los recuerdos de lo que pudo ser, y los recuerdos de lo que no fue. Plainsong, Pictures of you, Last dance, escuchen esas canciones y comprenderán lo que les digo.
Es un disco tan enorme que la única canción que le sobra (Lullaby, que no tiene nada que ver con el concepto de la obra) es también excelente.
No puedo agregar mucho más. Aquí hay una buena reseña, y aquí lo pueden descargar.


Toxicity
System of a Down

Este es el más dudoso de toda la lista. SOAD es una de mis bandas favoritas, pero ninguno de sus discos me termina de convencer como obra en sí. Algo parecido a lo que me sucede con Rammstein: me gustan muchas de sus canciones, pero están desperdigadas por todos los discos.
De todas formas, no puedo dejar afuera al Toxicity. Quizás no sea tan bueno como el System of a down, el anterior y debut de la banda, al menos musicalmente, pero sus letras nunca dejan de emocionarme. Chop Suey es ya un clásico, y en cada canción Serj Tankian derrocha talento sacando a relucir su maravillosa voz. La pista escondida, después de la impactante Aerials, una pieza litúrgica de la Iglesia Armenia, es fascinante. Todo el disco es una muestra de potencia, con abruptos cambios de ritmo y la consolidación de un estilo interesante, que luego se haría demasiado repetitivo.


OK Computer
Radiohead

Obra Maestra, una de las cumbres musicales de los '90. Una desencantada y profunda visión posmoderna de la sociedad occidental más avanzada. La otra cara de la moneda posindustrial. La neurosis, la neurosis incurable, irreversible, que termina consumiendo las vidas grises y huecas de las personas que deambulan por este paisaje del fin de la historia.
No voy a agregar más. No pierdan más tiempo y escuchen ya esta crónica del ocaso de Occidente.


Unplugged
Alice in Chains

Si el de Nirvana es el mejor Unplugged emocionalmente hablando, este es el mejor en términos objetivos. Una selección de "grandes éxitos", sí, pero que lejos de un rejunte constituye una obra coherente y madura, de una belleza inexplicable.
La voz de Staley es la voz de un alma rota, que lucha por aferrarse a algo que siempre termina escapándose. Una voz perdida en la incertidumbre. La voz de Cantrell es su complemento ideal y junto con sus brillantes arreglos de guitarra.

No dejen de escuchar Nutshell, Brother, Down in a Hole, Frogs, Rooster, y todas las demás.


Closer
Joy Division

Sencillamente, el disco más depresivo de la historia. Un nivel lírico sobresaliente, al igual que la música. Como sucede con Cobain, en retrospectiva, este termina siendo el testamento de Ian Curtis. Por lo demás, los remito a la opinión de Agustín y la de Eric, con quienes coincido.
Una nota más: The Eternal, la canción más devastadora que se haya compuesto vez alguna.



viernes, 28 de marzo de 2008

No les creas

(...)
No les creas cuando te digan
que la luna es la luna,
si te dicen que la luna es luna,
que esta es mi voz en una grabadora,
que esta es mi firma en un papel,
si dicen que un árbol es un árbol,
no les creas,
no les creas
nada de lo que digan
nada de lo que te juren
nada de lo que te muestren,
no les creas.

Ariel Dorfman, Testamento


Comentando en la anterior entrada, oliveira traía a colación la comparación de la Ciencia con la Religión, y cómo el profano, o lo que es lo mismo, el ignorante, se posiciona frente a estos cuerpos doctrinales:

...la Ciencia es comprobable, pero solo unos cuantos saben como comprobarla, pero si dedicas tu vida a la ciencia, estudias con dedicación los libros científicos ("escrituras") y ocupas el método científico ("fé", dado que el método es incuestionable como tal), algún día tú también podrás comprobarla...

dice el blogger, esbozando de esta manera una de las opciones que tiene el profano para poder meterse en la discusión y la acción de los temas que incumben a aquellas doctrinas.
Ahora bien, sucede que, nos guste o no, y cada vez más, el poder se sustenta en los discursos de estas. Sólo a modo de ejemplo, pensemos en cómo las decisiones políticas se encuentran determinadas por el saber que se elabora desde la Economía. ¿Qué otra cosa es la tecnocracia, si no?
Así, todo aquello relativo a la Ciencia, necesariamente nos incumbe, pues pauta nuestra vida cotidiana. ¿Cómo podemos hacer para luchar esta lucha?

No pretendo más que exponer una idea puramente personal; lejos está de mis intenciones extraer guías generales de conducta para las demás personas.

Tomemos , y para dejar claro que lo que digo no son meras especulaciones inútiles sino que pueden servir para pensar aspectos de nuestra realida concreta, el caso de la instalación de plantas de celulosa en Uruguay, que tanta polémica han generado. (Acá, acá, y sobre todo acá expreso mi postura sobre el tema en particular.)

Yo soy un cero a la izquierda en ciencias naturales. Sobre la plantas de celulosa, leí informes supuestamente científicos en defensa de su producción, así como informes supuestamente científicos en su contra, hasta que me harté de tantas cosas que no entendía y que para entender tendría que estudiar mucho sobre química, biología y vaya uno a saber qué más. Lo cual me llevó a darme cuenta que tampoco los gobernantes deben entender mucho más, y que la gente en general tampoco debe entender todos esos datos supuestamente científicos. Ahora bien, el criterio debe estar en otro lado. Mi criterio es el de la historia y el de la experiencia: estos señores, donde han ido, han dicho que no contaminarán y que su actividad no afectará negativamente la zona en que se instalen. Y todo ello ha resultado una hipócrita mentira. ¿Por qué creerles ahora?
El corolario de esta postura es juzgar esos discursos herméticos por los efectos que tienen en la realidad, por los intereses a los cuales son funcionales. Quizás es en este punto donde cierta verdad no importa tanto, y otra verdad no menos cierta se convierte en lo central. ¿Le creeremos a los sacerdotes que nos dicen que las pasteras no contaminan, o que el capitalismo es inexorable y el mejor de los sistemas, o que todo está determinado genéticamente, porque así lo dicen sus Escrituras? ¿O confiaremos en nuestra experiencia y nuestra memoria?


jueves, 13 de marzo de 2008

El espíritu de la ciencia

(Esta entrada es una especie de continuación de esta otra, o más bien su desarrollo)

¿Qué es lo primero que a uno se le viene a la cabeza cuando le mencionan la palabra "ciencia"? No pretendo que me tomen por adivino, pero estoy seguro que las asociaciones vienen por el lado de un laboratorio lleno de probetas, de experimentos químicos y de tipos serios, con lentes y delantales blancos. No sería raro, tampoco, que las imágenes mentales se tiñeran de color verde.

Sigamos con las asociaciones: "ciencia" --> "conocimiento" ---> "verdad". Y ya llegamos al núcleo del asunto. Nuestras mentes modernas (¿o debería decir nuestros inconscientes?), porque en eso seguimos siendo modernos, enlazan inevitablemente "ciencia" con "verdad". No me parece que en esto haya un problema; el mismo aparece cuando nos damos cuenta que en realidad lo que hemos enlazado es "Ciencia" con "Verdad". Dos significantes que suenan igual que los otros dos, pero que no dan cuenta de los mismos significados.

¿A qué me refiero con esto? La Ciencia ocupa hoy en día el lugar que otrora ocupaba la religión. La Ciencia es una Verdad incuestionable, absoluta, que se expresa por medio de un lenguaje oscuro y accesible sólo para unos pocos iniciados que, vaya novedad, a través de su saber ocupan los lugares de poder más privilegiados. Cada vez más, y es en cierta forma la historia de la modernidad, el discurso de la Ciencia ha ganado todos los espacios de poder. Pensemos, por ejemplo, en la historia de la psiquiatría.
Este discurso se ha permeado, como no podía ser de otro modo, en nuestra vida cotidiana. Es el criterio de verdad, de lo que es así y lo que no es. Un "...pero lo que yo digo está científicamente demostrado!" nos asegura, mínimo, un empate en cualquier discusión mundana. La Ciencia, en fin, es incuestionable, es acrítica, y es, por tanto dogmática. O sea, el exacto opuesto de la ciencia.

Me gusta pensar la ciencia, menos como un saber o un cuerpo de conocimientos, o incluso como un método, que como una actitud. Me gusta pensar, más que en ciencia, en espíritu científico. Si quieren ponerlo es estos términos, una especie de principios que están en la base de cualquier método científico.
El corazón de este espíritu es el escepticismo. El exacto opuesto del dogmatismo. Actuar científicamente implica ser escéptico. Ahora bien, ¿qué implica "ser escéptico"?

Lo más probable es que uno piense en una persona que duda de todo, por lo tanto desconfiada y por lo tanto de mente cerrada. Pero basta pensarlo un poco, para darse cuenta que la actitud consecuente del escéptico es la actitud más abierta que se pueda imaginar. Dudar y desconfiar de todo (en especial de todo aquello que se nos aparece como evidente y natural), sí; mente cerrada, jamás.
Así, el científico antepone a todo la incertidumbre y la empiria, y no dudará en deshacerse de las teorías que trae a priori si los datos de la realidad las contradicen.

Fijémonos en los grandes científicos de la historia. Galileo, Copérnico, Darwin, Freud, Einstein: todos ellos escépticos, todos ellos reñidos con lo que las teorías de sus épocas mostraban como evidente. El italiano es, sin dudas, el más claro paradigma del espíritu científico. Y se podrá discutir ad infinitum si el psicoanálisis es una ciencia o no, pero nadie podrá negar que su padre fue un auténtico científico.

Pero vayamos un paso más allá. Decía que un escéptico es una persona de mente abierta a todas las posibilidades. Esto implica que la genuina actitud científica no puede jamás caer en la soberbia de despreciar ninguna hipótesis (siempre y cuando sea sincera) a causa de su apariencia ridícula, o irracional. Si pensaron que con esto me refiero a fenómenos paranormales, acertaron. Si pensaron que también me refiero a explicaciones mágicas sobre la naturaleza, también acertaron.
Está bien, yo estuve ahí; en mi etapa de ultrarracionalismo me encantaba burlarme de todo eso. Está bien, en "todo eso" abundan los chantas. Pero con que hubiera (y no dudo que lo haya) una sola manifestación sincera, es suficiente. Recuerdo que hace un año, cuando desapareció una chica en Piriápolis (que al mes fue hallada muerta), aparecieron varios videntes que pretendían aportar con sus habilidades en la resolución del caso. Me pregunté entonces, ¿y por qué no? Quizás aquello que hoy llamamos "fenómenos paranormales" nos estén indicando posibilidades y capacidades aún no descubiertas. Amén de aquella frase, tan inquietante como cierta, de Arthur C. Clarke: "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". Y si no le creen al buen Arthur, vichen esta noticia.

Pero, qué demonios, no soporto seguir con esta mentira. ¡Alabado seas, Flying Spaghetti Monster!


Izquierda 2 3 4






Como reza la canción de Rammstein que adorna la columna del costado...







Mi brújula política según The Political Compass. Interesante test.


miércoles, 5 de marzo de 2008

El existencialismo según DEG

(Aclaración: mis conocimientos acerca de la filosofía existencialista son menos que básicos, y en su mayoría provienen de lecturas que tocan el tema muy de pasada y alguna que otra conversación con el amigo Agustín.)

La existencia humana es un absurdo, en el sentido de que no tiene sentido. Es decir, no parece poseer, intrínsecamente, ningún sentido. Que nos los inventemos (el caso más paradigmático lo constituirían las religiones), es harina de otro costal.

Este absurdo es inseparable de una angustia básica, a mi modo de ver, constituyente de los humanos: es la angustia de la conciencia, en particular, la conciencia de nuestra finitud. Angustia de muerte, para decirlo claro.

Ahora bien; si aceptamos esto, y pensamos que esta angustia perpetua y subyacente es la forma en que se manifiesta en nosotros el absurdo de la existencia, todas nuestras acciones placenteras, todas aquellas cosas que nos causan placer, vendrían a cumplir la función de drogas, de anestésicos o calmantes, distractores momentáneos que apartan nuetra atención del sin-sentido de nuestras vidas, y nos evitan caer en la angustia existencial.
Así, hay drogas de todo tipo, y aunque difieren en sus efectos, intensidad, capacidad adictiva, etc., siguen cumpliendo, en última instancia, la misma función.

Piensen qué sucede cuando se nos acaban las drogas, o cuando nos vemos privados de ellas. Sí, señora, se apodera de nosotros el tedio. C'est l'ennui!, como diría nuestro amigo Charles, mucho más acertado en francés:

"...es el desgano, la falta de voluntad, la inercia hacia la nada, una angustia que imposibilita poner en palabras lo que se siente, una parálisis del alma, la experiencia de lo real (Lacan)" (citado de aquí)

Esa espantosa sensación, que va mucho más allá del aburrimiento; es no poder precisar una sola cosa que nos gustaría estar haciendo. Algo, cualquier cosa, que nos proporcione un poquito de placer. Nuestra experiencia más cercana a la nada.