miércoles, 5 de marzo de 2008

El existencialismo según DEG

(Aclaración: mis conocimientos acerca de la filosofía existencialista son menos que básicos, y en su mayoría provienen de lecturas que tocan el tema muy de pasada y alguna que otra conversación con el amigo Agustín.)

La existencia humana es un absurdo, en el sentido de que no tiene sentido. Es decir, no parece poseer, intrínsecamente, ningún sentido. Que nos los inventemos (el caso más paradigmático lo constituirían las religiones), es harina de otro costal.

Este absurdo es inseparable de una angustia básica, a mi modo de ver, constituyente de los humanos: es la angustia de la conciencia, en particular, la conciencia de nuestra finitud. Angustia de muerte, para decirlo claro.

Ahora bien; si aceptamos esto, y pensamos que esta angustia perpetua y subyacente es la forma en que se manifiesta en nosotros el absurdo de la existencia, todas nuestras acciones placenteras, todas aquellas cosas que nos causan placer, vendrían a cumplir la función de drogas, de anestésicos o calmantes, distractores momentáneos que apartan nuetra atención del sin-sentido de nuestras vidas, y nos evitan caer en la angustia existencial.
Así, hay drogas de todo tipo, y aunque difieren en sus efectos, intensidad, capacidad adictiva, etc., siguen cumpliendo, en última instancia, la misma función.

Piensen qué sucede cuando se nos acaban las drogas, o cuando nos vemos privados de ellas. Sí, señora, se apodera de nosotros el tedio. C'est l'ennui!, como diría nuestro amigo Charles, mucho más acertado en francés:

"...es el desgano, la falta de voluntad, la inercia hacia la nada, una angustia que imposibilita poner en palabras lo que se siente, una parálisis del alma, la experiencia de lo real (Lacan)" (citado de aquí)

Esa espantosa sensación, que va mucho más allá del aburrimiento; es no poder precisar una sola cosa que nos gustaría estar haciendo. Algo, cualquier cosa, que nos proporcione un poquito de placer. Nuestra experiencia más cercana a la nada.


14 comentarios:

El Burgués Apóstata dijo...

estimado deg,
gracias por visitarme, citarme y ponerme entre tus links.
nobleza obliga.
es cierto que la vida humana es un absurdo.
pero el estar dotados de razón para darnos cuenta de eso implica un doble juego: abro la puerta o no. intento trascender a la vacuidad de sentido y le doy mi propio sentido, sea cual fuere el resultado, o me quedo en la náusea sartreana.
píldora roja o azul, mister anderson?

YosoyineS dijo...

Me perdí, tamos hablando de existencialismo o de agujeros negros? :S

El vacío depende como te agarre, porque el buen humor hace que en seguida encuentres algo para hacer.

En cambio, la depresión ayuda a no encontrar nada para hacer.

No se, toy divagando.

Besotes!

Anónimo dijo...

Depende qué mitad del vaso veas.

Iota dijo...

Yo no creo que la vida humana sea absurda. La vida humana es la condición de posibilidad del absurdo mismo. Es decir, sin un hombre juzgando no se puede decir que algo sea absurdo o no, ya que tal noción carece completamente de sentido.

Ahora bien, cuando se quiere llevar ese sentido más allá de su criterio de aplicación... bueno, ahí surge la angustia existencial.

Félix dijo...

"I wish there was..." Genial, ja, ja, ja...

La vida es así, injusta y un sinsentido. Y bueno es lo que nos tocó.

Diego Estin Geymonat dijo...

burgués,
claro, uno puede poner sentido donde no lo hay... todo sirve para sobrevivir. La propia conciencia de muerte hace que sea más imperioso disfrutar todo lo posible.


inés,
en parte se trata del "horror al vacío". Creo que la mente humana tiene horror al vacío, y por tanto debe inventarse explicaciones para todo. Todo debe tener un sentido. De lo contrario, nos invade la desesperación.
Creo que el tedio (o l'ennui, para ser más exactos) es algo diferente a la depresión. En última instancia, si uno está deprimido, puede pensar en matarse. Si uno sufre de tedio, ni siquiera el suicidio es una posibilidad o una solución.

Y sí, el buen humor es de las mejores falopas.


transmutación,
creo que va un poco más allá de una cuestión de percepción.


iota,
bueno, a ver. En rigor, me parece que todo, excepto la voluntad humana, o las acciones humanas, carece de sentido. La existencia humana es tan absurda (carente de sentido) como la existencia de cualquier otra cosa. Yo puedo responder a la pregunta "¿Por qué y para qué te rascaste la rodilla?", pero no a "¿Por qué y para qué existís?".

...sin un hombre juzgando no se puede decir que algo sea absurdo o no...

Creo que esto nos remite al problema de las características de la realidad y de nuestras posibilidades de conocerla(s). Sin un ser capaz de percibir el color verde, ¿se puede decir que el pasto es verde?

félix,
Algo no puede carecer de sentido y ser injusto al mismo tiempo. (Aunque, le confieso fuera de los rigores intelectuales, que yo también siento que la vida es injusta. No hay caso, la actitud loser es irresistible)

Anónimo dijo...

la pregunta es
para qué existir sin poder darle a Mónica Bellucci

Unknown dijo...

ahhh, no, Sartre mete donde vos metés las drogas, él la libertad responsable!





(bueno, por eso era medio aburrido)

Eric dijo...

Mi única droga es el rock, y es mi mejor antidepresivo.
Si, ya se que hay también rock depresivo, pero uno debe tener la inteligencia para dosificarlo.
Y si, es muy probable que la vida sea injusta y un absurdo, pero en ese punto coincido con el burgés ...
Un abrazo

Txus dijo...

en algun fanzine una vez lei que "diversión" es todo aquello que nos desvía de la realidad, que nos distrae de ella.

una vez hablando con un amigo acerca de la juventud autodestructiva, llegamos a la interesante conclusión de que el deseo de continuación de la especie, es un instinto ancestral, mientras que el "tánatos" que lleva a miles de seres a atentar contra sí mismos y, por ende, contra la raza humana, sería producto de la propia conciencia de cuán mierda somos las personas...

hmmm, quedó confuso, no?? perdón por el enredo, espero que igual se entienda...
saludos.
tam

Indio Sangriento dijo...

Mis conocimientos de filosofía seguramente son más escasos que los tuyos (se limitan a un año de UTU en el que tuve filosofía con un profesor que era un fenómeno y encima descubrió una cosa que lo hizo llegar a España gratis).
Pero me encantó el dibujo de abajo, y me hace pensar ¿qué tanto sirven las cosas que hacemos diariamente? ¿De que tanto sirve preocuparnos por ciertas cosas que después no nos importan? ¿De qué nos sirve jugárnosla por ciertas personas, sabiendo, o por lo menos cuestionándonos, si es que ellos harían lo mismo en nuestra situación?
Muy buen post...Saludos1

Juan Ignacio dijo...

Yo creo que el ser humano es la condición fundandento del sentido y de lo absurdo. Fuera de su influencia no hay ni sentido ni absurdo. Hay un simple "sinsentido" que no tiene nada de absurdo, pues no le corresponde poseer sentido ni ser absurdo. Digamos que del mismo modo que a un número no le corresponde ser de un color u otro, a un objeto o estado de cosas, considerado más allá de la perspectiva humana, no le corresponde poseer sentido ni ser absurdo.

Diego Estin Geymonat dijo...

Correcto, entiendo lo que decís, y estoy de acuerdo. El problema fue que yo hablé de "absurdo" como si fuera lo mismo que "carente de sentido" (lo que vos llamás simple "sinsentido").

Anónimo dijo...

He leído un par de entradas de tu blog, y lo cierto es que me sorprende encontrar a gente como tú, y con esto me refiero a gente que merezca vivir...ya pensaba que era el único cuya inteligencia le daba ese derecho. Tienes una forma muy acertada de razonar, pero te equivocaste en una cosa, y es que si tiene sentido nuestra existencia, pero no lo queremos cumplir. Y esto es porque supondria ser animales, y como tales servir a la tierra, que para algo nos creo, lo que pasa es que los soberbios humanos no se someterian a otro ser, por muy superior que este fuera. Sigue así.

Un saludo.