viernes, 29 de junio de 2007

Inevitable


Mientras escribo esto estoy viendo por segunda vez en tres días "La casa de arena y niebla", siendo esta como la cuarta en total. Película muy recomendable, con una muy buena actuación de Ben Kingsley, y un drama bien construido que quizás, y a mi gusto, termina demasiado mal (con una vaga sensación de déjà vu), aunque en términos precisamente dramáticos es efectivo. Final nada feliz (que incluye unas escenas horriblemente desgarradoras de parte de Kingsley) y que de todas formas uno se lo ve venir, como cuando se arma galleta en el reel y uno ya sabe que no va a haber manera de desenredar la tanza (a los que miren Lost este sentimiento les debe resultar familiar).

Pero, qué demonios, uno no puede sacar la vista de Jennifer Connelly. Me acabo de dar cuenta de que esta es la película donde aparece más hermosa, quizás por la tristeza de sus ojos verdes siempre en el umbral de un llanto silencioso, quizás por algunas tomas que captan el equilibrio carnal entre tamaño y forma de que hace gala (algo que en otras películas suyas no queda todo lo bien registrado que merece estarlo), quizás por su papel de muchacha indefensa que parece pedir un abrazo.

Todo lo cual me recuerda un post de otro blog donde se proponía hacer del mismo el primer blog oficial Pro-Jennifer Connelly. Como me han ganado de mano, desde este momento declaro a Demasiados humanos 2º Blog Oficial Pro-Jennifer Connelly.

He dicho.

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*Nota aclaratoria: he visto las siguientes películas: A beautiful mind, Hulk, Dark water, Little children, Blood diamond y Los bañeros más locos del mundo. Pagué para ver Dark water, háganse una idea de mi devoción.

**Dejo constancia de que considero al oficial Lester Burdon un PELOTUDO.

miércoles, 27 de junio de 2007

Man to man, o una lección de ética científica

( Para los datos técnicocs y esas cosas )

El otro día vi esta película. El asunto es así: un médico escocés, Jamie Dodd, se manda, en 1870, en plena selva centroafricana, a la busca de un par de pigmeos, "especímenes" (ese es uno de los tópicos que se abordan en la película) que él cree que son el eslabón perdido en la evolución humana.
En Escocia aguardan sus dos colegas. Dodd llega con los pigmeos, quienes han sido taxonomizados previsoramente como simios antropoides para evitar cualquier acusación de esclavitud, y comienzan las investigaciones.
A medida que éstas se desarrollan, Dodd va cambiando su postura respecto a la hipótesis inicial, la del eslabón perdido, para ir convenciéndose de que los pigmeos son en realidad tan humanos como los blancos que los tienen de cobayos.
En ese punto estallan las diferencias entre Dodd y sus colegas, puesto que éstos no quieren o no pueden ver las cada vez más inequívocas señales que muestra la pareja de pigmeos respecto a su humanidad: inteligencia, emociones, comunicatividad, etc. Dodd quiere continuar por más tiempo las investigaciones y observaciones para poder comprobar (o no) su hipótesis, pero los otros dos sólo quieren presentar ya, sin más discusiones, los resultados obtenidos hasta el momento, los cuales avalarían la idea del eslabón perdido.
La película sigue, quizás más melodramática y no sin cierta dosis de clichés, pero no es tanto eso lo que me interesa destacar, sino lo adecuado y didáctico de la forma en que se plantean y expresan toda una serie de problemas epsitemológicos, o de algo que podríamos llamar "política científica".
Tengamos en cuenta que nos ubicamos en el último tercio del siglo XIX, época de pensamiento occidental dominado por la filosofía positivista, o traduciendo, momento en que la ciencia termina de sacralizarse en un discurso que aún hoy, con serios cuestionamientos y haciendo aguas por todas partes, sigue siendo dominante.

¿Qué sucede, entonces? Tenemos a un par de científicos que parten de una hipótesis. Tenemos un marco teórico de referencia que respalda dicha hipótesis: la teoría evolucionista de las razas humanas, admirablemente puesta en escena en la película, sosteniendo la gradación ascendente de las razas desde la negra (la inferior, justo por encima del "eslabón perdido", que a su vez sucedería a los simios antropoides) hasta la superioridad evolucionada de la raza blanca, pasando por la raza amarilla y toda una serie de "subrazas" que se ubicarían entre medio. Y tenemos todo un gran conjunto de datos empíricos que también avalan la hipótesis inicial, interpretados estos datos desde el marco teórico mencionado.

¿Cómo funciona este engranaje?

Veamos: según el marco teórico, es decir, lo que ya estaba aceptado como verdadero, la inteligencia, y por ende, la mayor o menor humanidad de la raza en cuestión, estaba íntimamente relacionada, por ejemplo, con el ángulo facial. Cuanto más se acercara este ángulo a los 90º, más inteligente y humano sería el especímen en cuestión (casualmente, los individuos más cercanos a dicha medida eran los blancos).
El dato que obtienen estos científicos es que el ángulo facial de los pigmeos es sensiblemente mayor al de los simios antropoides, pero inferior al de los negros.
Su a priori, su hipótesis previa: los pigmeos eran el eslabón perdido entre los simios y los humanos.

Conclusión: la hipótesis se verifica.

El razonamiento es totalmente lógico, impecable, no deja lugar a dudas. Pero aún así, Dodd se manda solo contra toda la comunidad científica escocesa, negando la hipótesis de sus colegas.
¿Por qué? Contra toda racionalidad aceptada, contra todos los esquemas, Dodd encuentra anomalías en la hipótesis del eslabón perdido. Observa. Experimenta con los pigmeos (no en un laboratorio, sino con proto-pruebas psicológicas). Hace construir unas chozas similares a las del país de los pigmeos en medio de los bosques de las highlands, para que (sobre)vivan allí (por momentos parece que morirán de depresión al verse lejos de su hábitat original en unmundo hostil e incomprensible). Se comunica con ellos, establece un intenso rapport. Y cuanto más investiga, más echa por la borda la hipótesis aquella. Más se reafirma en él la idea de la plena humanidad de esos pigmeos.

Dodd termina siendo el verdadero científico. En lugar de la gloria inmediata y segura que momentáneamente obtienen sus colegas con la teoría de los pigmeos como el eslabón perdido, elige la soledad del que va contra la corriente, porque todo lo que observa le sugiere que esa teoría está equivocada.
Dodd toma el camino del escepticismo y la empiria. Los hechos no encajan en la teoría: al demonio con la teoría. Exactamente el camino inverso que la ciencia sacralizada ha adoptado para erigirse en la Verdad Incuestionable, prescindiendo de la duda y la incertidumbre, poniendo los esquemas antes que los hechos.
Viendo sólo lo que sus estrechos lentes le harán ver, mucho antes de abrir los ojos. Dodd se ha sacado los lentes.

Una lección de ética científica.

sábado, 23 de junio de 2007

Push them around...


"La sociedad no puede permitir que en su seno haya personas violentas que actúen impunemente."


Inspector Principal (R) Ricardo Bernal, Jefe de Policía de Montevideo. Noche del 19 de junio de 2007.

[Haciendo zapping]

"...los violentos de siempre!..."

"...esa manga de inadaptados..."

"...qué andan con las caras cubiertas, qué tienen que esconder..."

"...siempre armando despelote..."

"...cortando la calle, no puede ser, que falta de respeto por los derechos de los demás..."

"...siempre con la violencia... siempre con la violencia..."

"...estos no aprenden más... palo hay que darles, palo."

[¿Déjà vu?]

Inserte las imágenes donde corresponda.




A deer dance
An invitation to peace
War staring you in the face,
dressed in black...
With a helmet,
fierce,
trained and appropriate
for the malcontents,
for the disproportioned malcontents...
The little boy smiled, it'll all be well
The little boy smiled, it'll all be well...

System of a down, "Deer Dance"


lunes, 11 de junio de 2007

Lo mejor de lo mejor 2

Acá van más extractos exquisitos de una de las mejores cosas que tuvo haber nacido en esta época.







sábado, 2 de junio de 2007

De los diversos usos que un mono puede darle a un revólver

De esta manera, llegamos a la inevitable conclusión de que los castores nunca podrían derrotar a los robots que andan en patineta. No sé si tal descabellada situación será evidente para todos y cada uno de los siempre alborotados y prestos-para-alzarse-en-armas habitantes de la Base Artigas, pero en lo que a nosotros respecta, desde que se inició, hace ya dos largos años, la huelga de fabricantes de pasta frola, creemos un deber ineludible de todas las hermandades de monjes paracidistas, el protestar hasta quedarnos bizcos por lo que a todas luces es un atropello a nuestra libertad de comprar bondiola en el almacén de Mario. Claro, van a decir los inadaptados de siempre con sus voces desgastadas de tanto darle al gin tonic y al clericó con cola y de darse vuelta inalando jugo Tang con Tico-Tico molido, por qué se piensan que tuvo que cerrar Pernigotti, eh? Porque esos caballeros medievales que al final eran Jean Reno y Pepe Soriano que viajaban al siglo XX para recuperar el peluquín de Omar Gutiérrez, coparon una farmacia y se robaron todas las aspirinas, y no quedó más remedio que echar mano a un sustituto, y quién pagó el pato? Como siempre, la industria nacional. Por eso es que hoy nos unimos en unánime manifestación virtual, potencial y cinética para decir que no permitiremos que pasen esos fanáticos de la salsa metálica, engendro musico-gastronómico acuñado por los refugiados de Novgorod en las cálidas playas de Cochabamba, a provocarnos más trastornos emocio-económicos de los ya causados por los lagartos equilibristas que divierten a los transeúntes en las tardes de verano, especialmente a los ancianos que se han hecho la rabona para disfrutar de las enseñanzas de Harrison Ford.

Lo mejor de lo mejor

Esta es una selección de los que considero los mejores momentos de Los Simpsons, dicho sea de paso, la mejor serie de todos los tiempos.